ESTO…

por monmargo

Cada día experimento distintas emociones. Lo siento en mi cuerpo y en mi mente, pero pasa algo curioso… Puedo nombrarlas, pero no logro ‘destilarlas’. Tampoco llorarlas, realmente. Es como si mi mente estuviera recibiendo todos los estímulos, pero en vez de procesarlos, simplemente los condensa. Me cuesta trabajo concentrarme, expresarme con ideas muy claras. Como que se me escapan. Ni se diga escribir. Lo que antes me tomaba un ratito, como redactar un correo, me ha llegado a tomar horas. Ho-ras. Ni siquiera tengo ganas de leer. Me cuesta recordar no solo qué día es, sino hasta qué hice ayer. Y aunque he reducido considerablemente las noticias y lo que veo en redes sociales, a veces siento que conforme avanza el día siento como si mi cuerpo se condensara. Hace unos días de plano sentía que mi cuerpo era como un plomo.

También he notado que mi ciclo de sueño es otro. No me da tanto sueño y tan temprano como antes, más bien duermo poco y profundo, aunque algunas veces una parte de mi cerebro se mantiene encendida y a lo largo de la noche, cada que me reacomodo, me dice: “no te toques la cara”, sin importar que me haya lavado las manos antes de dormir. Ha habido noches en las que sueño muy, muy vívidamente, tanto que me toma todo el día siguiente que se esfume la sensación de aquello que soñé. Hay noches en las que me despierto de la nada y siento que el silencio más profundo que nunca. Y mañanas en las que despierto y escucho tan cerca y alegre el trinar de los pájaros que pienso, ¿realmente está pasando ESTO?

El tiempo se siente como un chicle… A ratos se estira y luego se pone todo duro. Es extraño. Al final, me da la impresión de que cada día está siendo como una especie de recalibración, consecuencia de estar contemplando con todos los sentidos alerta la Incertidumbre (sí, con mayúscula); esa que la normalidad de antes hacía ‘invisible’ o difuminaba, y que ahora vemos completamente de frente, como parte de esta nueva normalidad. Ya después vendrá otra. Algún otro día. Porque como todo, esto también pasará. Mientras tanto, aquí estamos: adaptándonos, reconformándonos, acompañándonos a distancia. Un día a la vez.